Que tan memorable puedo volver esta entrada para publicarla? Mi semana hasta ahora se a desarrollado en acciones infames y desentendidas de mí mismo.
Lunes: Me levanté temprano, organizé mis libros y me fuí por la ruta larga del camión para desayunar con un amigo que no veía desde que estaba de fotógrafo en la jornada, platicamos largo y tendido, en la tarde me dediqué a borrar gigas y gigas de cosas que nunca ví ni me interesó conocer en realidad de mi computadora, después la apagué temprano, me subí al techo de mi casa y medité sobre mi miedo a las alturas...y lo absurdo que en realidad resulta ser.
Martes: Desperté temprano y asustado, antes de despertarme juré escuchar gritos en la casa, me despabilé rápido y revisé la casa, definitivamente estaba sola e inalterada; Me pusé una camisa (pequeña cosa, pero hace años que no lo hacía) para salir a la calle, me fuí trotando a la parada del camión y llegué a la agencia en tiempo record, lo cual significa que llegué temprano. No recuerdo bien pero terminé en la escuela temprano también, a pesar de que caminé casi media hora rumbo a la parada del camión mas lejana que pude pensar. En el camino escuché completo el disco del 2004 de Tokyo Incidents, el disco que llevaba mas tiempo en mi ipod y que no había escuchado. En la escuela tuve que acostumbrarme a ver gente que conosco en internet gracias al accidente con el facebook pero que no reconocí en persona, muchas veces estoy seguro que se les olvida que realmente sí soy tan excentrico como la forma en que escribo; Tuve una crisis nerviosa en la biblioteca, de esas que saben a saludos con miradas largas y tendidas, se me fué rápido la efusividad y la confusión después de unos minutos de reposo, y dos pastillas.
En la tarde resumí mi alegría en un comentario de facebook y muchos libros por leer; mi segunda crisis nerviosa se extendió desde las 11 de la noche hasta las 5 de la mañana, no pude dormir a gusto y desperté temblando hoy miercoles.
Miercoles: Todo el día tuve alucinaciones extrañas referente al agua que tomo y a los gritos que volví a escuchar y que me despertaron abruptamente a las 9:56 de la mañana, cuatro minutos antes de que sonará la alarma de mi celular...el cual fortuitamente me asustó por segunda ocasión; Tocaron a la puerta unos vendedores, no abrí por debatir conmigo mismo si mi insomnio era algo que se volvería a repetir ésta misma noche en que escribo...por alguna extraña razón no dejaba de hablar en inglés.
A las 8:30 aproximadamente me regalaron una cajetilla la cual me recordó lo mucho que estoy escribiendo últimamente en comparación con el año anterior...pero también sin ningún tipo de consideración hacia mi mirada que temblaba intentando decifrar sus ingredientes nicotínicos que me habían endulzado la vida hacía varios años atras también me recordó el hecho de que ésta semana debía seguir rompiendo viejos hábitos.
Antes de que lo olvide, también tomo mucha agua, ya la odio un poco.
10 de marzo de 2010
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